lunes, 25 de abril de 2011

EL EFECTO INVERNADERO Y SU INFLUENCIA EN EL CLIMA

1-Introduccion
2-Caracteristicas
3-¿Pero las temperaturas suben?
4-Gases que lo producen
5-¿Existen las llamadas anomalías clímaticas?

7-La autentica verdad


1-Introducción.
Un grupo de científicos de los Estados Unidos y el Reino Unido declararon que lo que se sabe sobre el cambio climático, no ha sido probado.
Los investigadores sugieren que las emisiones de gas que producen el efecto invernadero, pueden no ser la causa principal del calentamiento global. Asimismo argumentan que las predicciones del aumento de la temperatura para este siglo son "desconocidas e imposibles de conocer".
Por otra parte dicen que la suposición de que sólo algunos científicos comparten este escepticismo es un "mito de los medios de comunicación"..


2-Características
El efecto invernadero existe eso esta claro pero ¿Es el responsable del cambio climatico? NO.
Se produce de la siguiente forma:
Estudiado por la física de la atmósfera, consiste en atraer y absorber, sobre todo en las capas bajas de la atmósfera, la radiación térmica del infrarrojo emitida por el suelo (y la vegetación) y por los océanos, a su vez calentados por la luz solar directa.
Se debe a la presencia en el aire de moléculas específicas, que son transparentes, es decir, permiten el paso de la radiación solar incidente en el suelo (radiación de onda corta en el visible y cerca del ultravioleta), pero que también son opacas, al retener y absorber la radiación térmica y el calor (radiación de onda larga en el infrarrojo) que se irradia desde el suelo.
Esta absorción implica un progresivo recalentamiento del aire, que no es capaz de perder de manera eficaz calor hacia el espacio extraterrestre, y, por tanto, genera un efecto análogo al que se aprovecha en los invernaderos, donde las paredes de cristal ejercen las mismas funciones que las moléculas citadas.


Sin embargo, en lo que los científicos no se ponen de acuerdo es en la influencia que tiene el hombre sobre este efecto invernadero. Mucha gente cree que el hombre hace aumentar el efecto invernadero emitiendo CO2. Pero, en contra de lo que algunos piensan , no está científicamente demostrado que las emisiones de CO2 del hombre estén contribuyendo a aumentar el efecto invernadero. De hecho, prácticamente todas las pruebas aportadas para demostrar que el CO2 emitido hace aumentar el efecto invernadero y, por tanto, la temperatura se han demostrado como falsas o erróneas.


3-¿Pero las temperaturas suben?
  Medio grado en dos siglos, 0,6º, una miseria que muestra el tipo de pufo al que nos enfrentamos. Hasta la NASA reconoce que la mitad de este aumento se debe al C02 y la otra a los ciclos solares. Es decir...¿0,3º por el supuesto C02! ¿Medio grado es peligroso? Sin susto, no hay dinero. La civilización se desarrolló gracias al calor.

4-¿Que lo produce realmente el efecto invernadero?
Se está transmitiendo a la población la idea de que el CO2 es el principal gas de efecto invernadero, pero esto es totalmente falso. El 95% del efecto invernadero es debido al vapor de agua (procedente del equilibrio higrométrico entre los océanos y la atmósfera), y el 5% restante corresponde a otros gases, entre los que se encuentra el CO2 (se estima que en torno a un 3%, siendo el 0’048% en peso de los gases de la atmósfera). Además, el hombre sólo es responsable de una parte muy pequeña del total de CO2 de la atmósfera (la mayor parte procede de fenómenos naturales como los volcanes que continuamente echan humo, la constante descomposición de la materia orgánica, la respiración de los seres vivos, y el océano). . Sin efecto invernadero viviríamos una glaciación permanente.

5-¿Existen las llamadas anomalias climaticas?
El clima está loco y ya acontecen hechos inusuales en la biología, meteorología o geología, como aumento de terremotos, inundaciones, olas de frío y calor, varamiento de ballenas, etc. Todo lo que esta ocurriendo son ciclos de la tierra que siempre han ocurrido y no tiene nada que ver con el calentamiento climatico ni el hombre ocurren porque son ciclos naturales de nuestro planeta. ¿El Sol es un cómplice peligroso?
Muchos científicos nos dicen que hay una correlación entre la temperatura y la actividad solar y los ciclos de las manchas solares.  También nos afectan las nubes que tienen un efecto enfriador, a través de los rayos cósmicos frenados por los vientos solares.
Es decir que el clima está controlado por las nubes, las nubes por los rayos cósmicos y las ondas cósmicas ¿y entonces el sol?
Se nos esta concienciando que utilicemos las energias renovables pero que pasará entonces con el continente negro que se beneficia de los recursos naturales como el carbón y se nos esta diciendo que podemos suprimirlo por las energias renovables y entonces el continente negro ¿Que hará? ¿Empobrecerse aún mas?

 

6-La verdad frente a la mentira.
Las muestras de hielo del hielo de la Antártida, como los cilindros de Vostok, muestran que, en verdad, los períodos cálidos de la historia han sucedido unos 800 años antes de alguna subida del dióxido de carbono en la atmósfera.
Los hallazgos hechos por Clark en sus estudios parecen contradecir el trabajo de otros científicos que han usado muestras de hielo similares para ilustrar que el aumento del CO2 ha sido acompañado por los varios períodos cálidos globales. “El hecho es que el CO2 no tiene un nexo comprobado con las temperaturas globales”, dice Durkin. “La actividad solar parece ser la culpable más probable”. Varios e ilustres científicos de diferentes nacionalidades que opinan en el documental citan lo que ellos afirman que es una fuerte discrepancia con la investigación convencional:
    * La mayor parte del reciente calentamiento observado ocurrió antes de 1940, después de los cuales las temperaturas en todo el mundo descendieron durante por lo menos 40 años, mientras que los niveles de CO2 continuaron subiendo.
    * Ellos ven esta discrepancia como un error en la teoría del calentamiento causado por los humanos, porque el boom económico que siguió a la Segunda Guerra Mundial produjo más dióxido de carbono, y en consecuencia debió haber producido una subida en las temperaturas globales –algo que muestran que no sucedió-.
    *Otros científicos muestran estudios con una correlación demasiado estrecha entre los cambios de la actividad solar y los cambios de las temperaturas en la Tierra, a lo largo de cientos de miles de años –algo que se hace más notable en los últimos años porque la precisión de los datos es absoluta: se basa en hechos observados y comprobados, no estudios proxys que podrían tener un gran margen de error.

Este documental tendrá consecuencias en la manera en que la sociedad comenzará a ver ahora al calentamiento global, el cambio climático, y las recomendaciones de los políticos para abandonar lujosos estilos de vida (¿en el Tercer Mundo?), reducir la producción de bienes de consumo –y con ello el consumo- mientras que ellos siguen con sus ostentosa manera de vivir a costa de los ingenuos que les prestan atención y se dejan engañar.
Una de las opiniones más categóricas y reveladoras sobre la corrupción interna del IPCC (cuerpo esencialmente político formado por legiones de burócratas que empujan para que el fraude no se acabe nunca –así no pierden su trabajo-) es la del Profesor Paul Reiter, del Instituto Pasteur de París, uno de los máximos expertos mundiales en malaria e infecciones transmisibles por insectos. Fue el jefe del capítulo del Informe Anual sobre enfermedades tropicales, pero renunció a su cargo y su misión cuando quedó convencido de que el Informe del IPCC no es nada más que un documento político sin ninguna relación con la verdadera ciencia del clima y las conexas.
El Profesor Reiter obligó al IPCC a borrar su nombre de la lista de los “2.000 principales científicos del mundo” que aparentemente apoyan las conclusiones del Informe Para Crédulos –perdón, para Políticos-, publicado el 7 de febrero pasado. ¿El problema? El Profesor Reiter no apoya las conclusiones del Informe, y lo ha calificado de “una vergüenza”. Dijo, “El IPCC hace creer que todos los más famosos científicos están de acuerdo, pero eso no es verdad.”
La renuncia de Reiter al IPCC había sido precedida hace un año por la del más famoso y autorizado para opinar experto en huracanes del mundo, el Dr. Christopher Landsea, que renunció cuando el jefe político del capítulo sobre huracanes, Kevin Trenberth, opinó en la televisión pública que el huracán Katrina era consecuencia del calentamiento global, y que se produciría un fuerte aumento en la frecuencia y potencia de los huracanes. Era más de lo que un científico decente podía aguantar.
En su película Una Verdad Incómoda, Al Gore no se cansa de explicar la manera en que el Tercer Mundo puede ahorrar energía (para ser usada en abundancia por el primero…) al sugerir que las mujeres de África deberían cocinar usando “biomasa”. En verdad, una inmensa cantidad de ellas lo hace ya, y según Paul Reiter y la OMS (Organización Mundial de la Salud), el combustible más usado por las mujeres africanas es el guano de vaca junto con un poco de madera seca. Irónicamente, esta recomendación de Gore es lo más contaminante que se conoce, y Reiter hace notar que decenas de miles de niños en el mundo subdesarrollado, lo mismo que sus madres, mueren anualmente a consecuencia de enfermedades respiratorias inducidas por el humo de la cocina. Según la OMS, no es la modernidad y sus adelantos tecnológicos lo que mata a la gente en los países pobres; es la miseria, la bosta de vaca, y no los autos.
Ver “El Gran Fraude del Calentamiento Global” nos hace sentir un poco malvados, hasta subversivos. Uno simplemente nunca escucha ácidas críticas a las políticas del calentamiento global en los grandes medios de comunicación. Y, como hizo notar el productor, Durkin, la respuesta al film ha sido una gritería del establishment: “¿Cómo se atreve el Canal 4 a mostrar este material?” Mucha gente se siente ultrajada por habérsele permitido a Canal 4 mostrar el documental y sostienen que los directivos del canal son unos irresponsables.
“Ello demuestra que los ecologistas y periodistas pueden ser terriblemente intolerantes”, dice Durkin, “Ellos simplemente no van a tolerar ningún tipo de opinión disidente. Directamente tratan de eliminarla de los medios. Usted puede verlo en la clase de lenguaje que emplean: ellos dicen “el jurado está de acuerdo” con el calentamiento global, o que “la ciencia ha sido establecida y desempolvada”, o que usted es un 'negacionista' si cuestiona al “consenso”. Esto no es llevar adelante un debate; se trata de evitar todo futuro debate y acabar con el actual.”
Es claro que cuando la gente sabe que no tiene la razón o que está directamente equivocada, jamás acepta ningún debate. Nadie quiere pasar la vergüenza de aparecer como ignorante o como fraudulento. Para ello lo mejor es recurrir al deporte de "matar al mensajero", para que la gente no lea el mensaje. Y se apoyan en el argumento de que los productores o periodistas de algo que contraría la Palabra Santa no tienen un currículum o un título en ciencias. Si todos aquellos que no tienen esos requisitos no pudiesen hablar ni escribir sobre el calentamiento global, ello haría que se tuvieran que callar los miles de importantes líderes ecologistas y la totalidad de los “periodistas científicos”, en especial aquellos que siempre gritan su “¡Yo estoy asustado por el Calentamiento Global, y usted también debería estar muy asustado!” sin que hayan jamás sabido lo que es un tubo de ensayo.
Los intentos por acallar las voces disidentes del cambio climático nos hacen recordar las acciones de los Inquisidores del Santo Oficio. Copérnico salvó sus huesos de la hoguera porque hizo que su libro fuese publicado después de su muerte. Galileo no tuvo la precaución de mantener su boca cerrada y después de cárcel y torturas tuvo que “torcer su brazo” y reconocer ante el mundo que estaba equivocado. Giordano Bruno, más empecinado y con mayores principios morales, terminó en la hoguera.
Hoy, la hoguera de la Inquisición Científica significa ser catalogado de “negador del Holocausto”, “pagado por las petroleras”  (o las “tabacaleras”, o “los contaminadores”), y de tal manera ingresar a la larga lista de científicos e investigadores que jamás recibirán un céntimo por parte de los gobiernos para llevar adelante investigaciones sobre el clima. Se trata de que la famosa “libertad de expresión” no existe en el campo del “cambio climático”: o se es un ferviente creyente o si no, un réprobo al que se le debe prohibir hablar, y publicar sus opiniones. Y probablemente haya que echarlo de su trabajo o, lo mejor de todo, juzgarlo en un Nuremberg climático, colgarlo por los pies cabeza abajo, despellejarlo en vida, fusilarlo luego por la espalda, quemarlo en la hoguera y tirar sus huesos a los perros.

VIDEO DOCUMENTAL:


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